Luxing Xhe Long (Viajero dragón) 旅行者龙

Estuve viajando, solo, aventurándome en esta nueva vida que debo llevar, al
menos por un tiempo…

Cinco años han pasado, y según entiendo, algunos de mis compañeros han
muerto, mientras otros, al igual que yo, se encuentran vagando por el mundo,
generando revoluciones en pequeños o grandes lugares…

Vivíamos en un pueblo pequeño, al sur del continente, nuestra organización
consistía en que todos participábamos de las decisiones importantes. Esto no solo
ocurría con nosotros, sino que también a los alrededores, tanto así, que en algún
momento fuimos muchos… miles.

Nuestra organización consistía en seis personas escogidas por todos, las que
velaban por la representación ante otros pueblos, a su vez, dichos pueblos
también contaban con seis representantes. Cada localidad decidía cómo se
llevaba a cabo el proceso de elección, pero la participación de todos y la igualdad
de condiciones era la base de nuestra fuerza.

Cada pueblo contaba con sus métodos de defensas, generalmente sin el uso de
las armas, pero en algunos casos, entrenábamos con algunas en caso de un
posible ataque por parte del imperio… Nuestro pueblo entrenó con armas
pequeñas pero efectivas...

El día que el imperio atacó, nosotros estábamos relativamente preparados, pues
ya habían efectuado ataques a algunos pueblos más al norte de nuestra localidad.
De los 37 pueblos que compartíamos la visión de mundo, lograron acabar con
seis, pues la organización llevó a generar una resistencia que pudo mantenerse
hasta el día de hoy… según he oído.

Recuerdo que la organización de la defensa se ejerció rápida y efectivamente,
generando líneas defensivas y algunos ataques sigilosos que apuntaban a
misiones directamente a acabar con algunos líderes del imperio.

La última vez que vi a mi pueblo, fue el día en que mi vida cambió…
Nos encaminábamos a una misión encubierta, éramos 15 guerreros con experticia
en el sigilo y el disfraz, entre ellos, mi hermano y yo. Nuestra misión consistía en
acabar con dos generales. Nos disfrazamos como sus guerreros, aprendimos sus
técnicas y cultura, nos infiltramos, y en el momento que se daría inicio a una
nueva batalla, nos abalanzamos contra los generales. Cuatro compañeros cayeron
ante el acero imperial, nuestra tropa (5 guerreros, entre ellos mi hermano),
logramos capturar a uno de los generales al cual le di muerte mientras mis
compañeros contenían la multitud, mientras que la tercera tropa solo logró cortar
un brazo del general, aparte de matar decenas de soldados, sin necesariamente
brindar la muerte al general.

Los 8 guerreros que quedamos vivos fuimos capturados y apresados, sin embargo
no duró mucho, pues existió una misión de rescate, que tuvo buenas y malas
noticias…

Estábamos apresados, fuimos golpeados y colgados, nos ahogaban en agua, nos
dieron latigazos y a algunos hasta les prendieron fuego. Mi hermano fue uno de
los muertos durante las torturas, fue quemado vivo junto a dos compañeros, no lo
vimos, las personas que nos rescataron nos dijeron que no pudieron llegar antes.
Fueron dos personas las que lograron infiltrarse y liberar a los 5 que quedábamos
prisioneros, sin embargo, no duramos mucho tiempo libre, ya que nos
descubrieron.

Solo cinco logramos escapar con vida, entre ellos, los rescatistas. Los dos que
murieron decidieron arriesgar sus vidas con tal de brindarnos una oportunidad, lo
decidieron así por tener una edad más avanzada de sus vidas.

Desde ese día tuvimos que tomar caminos distintos, vagamos por distintos lugares
del mundo, algunos hemos tenido mejor suerte… lamentablemente no he tenido
comunicación con mis compañeros, pero sí he tenido noticias de mi pueblo… el
cual sigue en guerra, la cual a ratos se apacigua y a ratos se altera… pero la
resistencia sigue en pie, cada día con mayor organización.